Un día cualquiera

No entiendo este día

que se asoma con luz

amarga

el brillo de la aurora

estalla

en rojo sobre el horizonte

y un eco desnudo

como un espejo del sonido

devuelve voces y gritos

 

el día se despereza con color

de ceniza

un día cualquiera

dicen unos

pero no es un día cualquiera

uno sabe que está vivo

entre otras cosas

porque ha pedido el desayuno

y se lo han servido con un saludo

de sabor a rutina

pero no es un día cualquiera

es otro día que invita a dejar la cama

coger los zapatos y el sombrero

salir a la calle

al ennegrecido asfalto

y andar con las prisas de ayer

apuestan que las mismas del mañana

y no saben que la muerte

nos tiene los días contados

 

hoy

por si acaso

me he levantado mal

rotundamente mal y algo triste

he caminado por la avenida

me han transportado escaleras mecánicas

a los cielos de los grandes comercios

y he visto como se invita

al consumo

dejando que pagues

tú encima

sin duda

una ordinariez

 

pero no es un día cualquiera como afirman

todos

no puede ser un día igual al de ayer

aunque los termómetros se empeñen

en marcar las mismas temperaturas

y se abran los quioscos y se cierren las manos

por las esquinas

y el mismo loco de ayer pida que

se haga justicia

pero no es un día cualquiera

yo lo sé porque he visto

una nueva sonrisa asomada a tu

rostro

y en tus ojos la luz perpetua

del mar y su silencio

no puede ser un día cualquiera

nunca será un día cualquiera

mientras existas tú

y en tus labios se abra

mi nombre

aunque me haya

levantado cansado

terriblemente cansado

de esperar el tiempo y la palabra.

Isidoro Irroca