Los sueños

los sueños

El barrio estaba alborotado con la llegada de las sirenas de los bomberos. Ardía sin tregua el comercio chino de Quiet Street. John Dreams aseguró, después, que él lo había visto en sueños. A la semana siguiente, el perro de los Gibbs apareció ahorcado de la cancela interior del edificio. John Dreams, soportando las bromas de los conocidos, juraba haber soñado con ese suceso. Consciente de que realmente solo se percataba cuando se producía o conocía la tragedia, ejercitó la concentración para intentar anticiparse a los hechos. Un día, muy alterado, acudió a la comisaría de policía más cercana pidiendo, a gritos, que acudieran de urgencias al domicilio de su novia porque, había soñado, que un hombre la acuchillaba repetidas veces hasta su muerte. Con gran asombro, de repente, se vio inmovilizado por un par de agentes que lo tiraron al suelo y lo esposaron. Llevaba la ropa manchada de sangre y un cuchillo ensangrentado en el bolsillo del pantalón.

Isidoro Irroca

Relatos en 160 palabras. Obra registrada.

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